En memoria de mi madre a un año de su fallecimiento.

Tú que fuiste buena hija, esposa, amiga, ser humano y sobre todo buena madre. Tú que siempre velaste por nosotras tus hijas, nietas  
y que te entregaste completa a tu familia y amigos hasta en el último detalle. Cuantas veces te quedaste con las ganas de comprarte algo para ti, por asegurarte de que nunca nos faltará nada a nosotras. Te preocupaste y viviste solo para nosotras, hasta el fin de tus días. Fue muy duro el día que tuvistes que regresar a los brazos de nuestro padre en el cielo, pero sabemos que Dios quiere a sus Ángeles en el cielo junto con él. Te fuiste con Dios, y ya no te tenemos físicamente más aquí.
Solamente basta con elevar la mirada hacia el cielo,y ver que ahora estas más feliz ahí, sin dolor,  ni sufrimiento.
El cielo se lleno de gozo porque tú ya estás ahí. Con nosotros se quedan tus recuerdos, tus ejemplos, tus enseñanzas, tu gran amor, por que el amor nunca muere y es eterno, tú seguirás con nosotros durante toda nuestra vida y siempre. Tenemos el  consuelo de que cuando Dios nos llame, tú también nos esperaras ahí con tus brazos abiertos como siempre lo hacías. Mamá, te amamos y estas muy dentro de nosotras y con nosotras hasta el fin de nuestros días. Gracias infinitas Mamá, porque todo lo que hoy somos, es gracias a ti.

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